Por: Nicolás Guevara
Mi voz espesa como tamarindo
se derrama lícitamente en la razón
porque mi canto es un árbol
preñado de motivos
motivos que salen de un sudor callejero
y recubren los poros y me llenan de llanto
motivos hay que como fantasmas
están en todas partes:
me asaltan en las calles
brotan de una mirada agria
y se incrustan en mi lápiz
saltan de un pecho de algodón
que abierto a mis labios me frota la nariz
del rincón desierto de mi hogar
del bostezo programado al meridiano
motivos saltan… motivos
que crecen como pinos
o piernas de la vida
y sustentan este canto.
(Tomado del libro: Breves motivos, 1985)
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