lunes, 25 de agosto de 2008

UN GRITO DESESPERADO

Por: Jacinto Sención

Un silencio sonoro domina el ambiente. Una y otra ves se escuchan latidos de lo más profundo de su ser, que grita en auxilio, parece fallecer. Clama en su dolor, gime de angustia en su soledad infinita que la condena a la no existencia.

Su mirada firme se pierde en el horizonte, con el deseo de que los dioses se pronuncien, pero sus reclamos son ecos de la nada que le acompaña en su esperanza.

Nacida para ser madre fecunda, dadora de vida para cuanto la habitan, que en sus brazos mueren sin poder ayudar. Es muy duro para ella sepultar sus hijos al nacer, que en su estado de dolor, puro aborto pudo dar, y sobre todo, condenada a la esterilidad.

Se pregunta, una y otra vez, que falta pudo hacer para merecer tal condena de nunca acabar. Pero los días, los meses y los años, siguen iguales, de mal en peor, sólo el fantasma de la muerte la vigila.

domingo, 24 de agosto de 2008

SENSACIONES

Sensaciones
Héctor Martinez

A ti, lucero de vida,
espejo de esperanza
aureola de dicha,
con tus ojos abrazados en mi vista
te hago parte de la experiencia que en mí suscitas:

La vulnerabilidad a la que se adentra
este mi corazón que se asume de ti enamorado
es la más clara experiencia de felicidad,
de sentido, de dulzura, de alma y corporeidad.

La fragilidad de este mi pecho trastocado
por la intensidad de tu amor cada día confirmado
me adentra a la experiencia donde lo contingente y finito
recobran sentido de sanación y eternidad
sin riesgo de guarecimiento
en lo iluso y sub-real.

Cuando al ritmo de nuestros latidos
en notas de sensual amor
al mundo hurgamos su corazón,
las sensaciones de sobrevivencias,
de soledades, desesperanzas e indignación
se recrean en utopías que vivifican horizontes
y redescubren interpeladores referentes
en este nuestro caminar por un presente
cada vez más lúcido en su propia complejidad.

Hoy confirmo que desvelas mis esperanzas
Invitándome con tu sola presencia
a desgajar la vida
con la conciencia viva
y la carne renovada.

Gracias por a mi lado querer estar
pues aunque nunca te has ido
te siento cada día encontrada.