lunes, 22 de octubre de 2018

Hoy amanecí

Por: Jacinto Sención Mateo

Amanecí con más dudas, las mismas de ayer, sumando las de hoy y en espera de las del mañana. No distingo entre frío o caliente, bueno o malo, ni el odio con el amor. ¿Será que no existo o que camino por las tinieblas del inframundo? Cada paso que doy me sumerge en el abismo, tan oscuro, triste y distante, donde la soledad es el veneno del alma. Voy descendiendo poco a poco y en cada estación almas en penas asustan y confunden mi existencia, se intentan comunicar pero enmudecen. Parecen adoloridas, esclavizadas de sus propias arrogancias,  aturdidas y desenfrenadas en la inocencia de una libertad oprimida por el desenfreno, que a todas has trastornado lo más profundo de la conciencia. Tocando fondo, oscuro y solitario, dándome cuenta que el camino que había emprendiendo, solamente pudo recorrer confusas y amargas miradas que en mi interioridad sentía, calladas y sufridas, sin que la razón lograra comprender que en el corazón el amor moría angustiado, deprimido y abrumado por la feroz caricia de la soledad.