Por: Humberto Rivas
Hay vacíos que ni
dios puede llenar
pues estaría violando la libertad.
Hay un vacío de un tú carnal
hay un vacío de abrazo mortal.
Así como no sacia dios el hambre de pan
así no sacia el ansia de besar
porque el hambre de pan
sólo el pan la puede saciar.
Hay caricias que se necesitan sobre la piel
como besos, que curen el alma, como a la boca la miel.
Sentir el abrazo caliente de tu pecho
mientras el sol nos guiña el ojo derecho.
Necesito de la vida el espíritu que me alienta
pero también tu cuerpo, tu cuerpo que me calienta.
Y así como la luz aleja mis pies del extravío
el toque de tus manos
llena este mi vacío.
Pues como decía un viejo amigo mío
a Dios lo que es de Dios y al César
lo que es del César.