domingo, 20 de octubre de 2013

Monólogo


Por: Eddy Ulerio

Te busco
te escondes
me miras
sin verme
te miro
mirar.

Me siento
a tu lado
te digo
verdades
tú quieres
mentiras.

Me hablas
con enojo
te escucho
en silencio.

Me juzgas
sin pena,
cierras
el diálogo,
me condenas.

miércoles, 2 de octubre de 2013

O todos somos legales, o todos somos ilegales

Por: Sandy R. Genao Cruz

Siempre he dicho que si el caribe fuera un hombre entonces fuera una especie de mujeriego, ya que tiene hijos con nacionalidad de todos los continentes del mundo, de todos los colores y tamaños.

El archipiélago de las Antillas, la zona del mundo en la que esta enclavada la Republica Dominicana, es sin quizás una de las zonas del mundo en que más se destaca las consecuencias de la migración. Todos los que aquí habitamos, sin excepción, somos descendientes de alguien que en una época u otra llegó a estas tierras por diferentes circunstancias. Eso en suma nos lleva a tener representación de todos los continentes del mundo. Y no me vengan con que la globalización, porque no es desde ahora que pasa esto. Si hay algo claro en el caribe es que  ningún grupo nativo aborigen de los que habitaron primero estas tierras pudo sobrevivir a los embistes de los ilegales que nos colonizaron; así que eso convierte a la zona del caribe en tierra de ilegales.

No sé cual es el origen de mi apellido, tampoco me interesa saberlo, pero estoy seguro de algo, no es un apellido autóctono. Y no lo es por varias razones: los originarios de esta isla no tenían apellido, a los que habitaban esta isla los exterminaron sin dejar un solo descendiente directo, por tanto concluyo que mi apellido lo debió portar algún ilegal de los que, a lo largo de nuestra historia llegaron aquí. ¿Será mi apellido de origen europeo como los que irrumpieron en las Américas de forma ilegal? ¿Será de origen Africano como los negros ilegales que los blancos ilegales trajeron amarrados de pies y manos para que hicieran el trabajo que ellos no querían hacer? Como dije al principio, no sé.

La sentencia que acaba de evacuar el tribunal constitucional (usé la palabra evacuar y que se sepa, no soy abogado. Para mí evacuar tiene otro significado.), como decía, esa sentencia es peligrosa. No sólo para los dominicanos de origen haitiano, sino para todo el que lleva esta nacionalidad. Porque quién sabe si mañana este mismo tribunal evacua otra sentencia, que sé yo, declarando apátridas a los feos, por ejemplo.

Ricardo Arjona en su canción Mojado dice: “el mojado (El inmigrante) no es de aquí porque su nombre no aparece en los archivos, ni es de allá porque se fue”.  Esta canción que el guatemalteco le dedica a los inmigrantes mexicanos y de su propio país que día tras día arriesgan sus vidas tratando de cruzar la frontera para llegar a los Estados Unidos, es poco comparado con el drama que está viviendo un grupo de dominicanos de origen haitiano. Este caso es mucho más desgarrador porque ellos, según las autoridades, no son dominicanos ya que sus nombres no aparecen en los archivos; pero tampoco son de Haití, porque no nacieron allá.

Cada país tiene derecho a aplicar las leyes migratorias que necesita. Ese es un derecho de cada nación del mundo; y nosotros los dominicanos hemos sufrido mucho por esta causa. Pero lo que han hecho las autoridades de nuestro país nada tiene que ver con control migratorio. Nuestro Estado le ha dado poder a un grupo de racistas para que tomen decisiones con relación a la migración, y lo que han terminado haciendo estas personas es perjudicar a un sinnúmero de dominicanos que no tienen la culpa de ser descendientes directos de personas llegaban a nuestro territorio; casi siempre traídos ilegalmente por el mismo Estado o por empresas que se dedicaban y siguen dedicándose al corte de la caña.

Insisto en que no es control migratorio lo que se está aplicando, sino una medida racista que afecta a miles de dominicanos cuyo único pecado es no tener un apellido de origen español. O en su defecto, no tener un apellido que suene también extraño, pero que evoque oligarquía, dinero o status. Vuelvo a indicar, no soy abogado, pero si poseo el suficiente sentido común para darme cuenta que una ley como la que se le quiere aplicar a los dominicanos de origen haitiano es racista y al mismo tiempo lesiva, no sólo para las personas que hoy están siendo afectadas, sino para los que hoy nos creemos dominicanos y que mañana quizás no los seamos.

Hoy más que nunca se hace necesario recordar aquellos versos que rezan:
Los nazis vinieron a buscar los homosexuales,
pero como no soy homosexual, no me importó.
Los nazis vinieron a buscar a los minusválidos,
pero como no soy minusválido, no me importó.

Los nazis vinieron a buscar a los católicos,
pero como no soy católico, no me importó

Los nazis vinieron a buscar a los judíos,
pero como no soy judío, no me importó.

Por ultimo, los nazis vinieron a buscarme,
pedí ayuda, pero ya no había nadie que me defendiera.