jueves, 30 de abril de 2009

Espejismo

Por: Noemí López

En la mañana temprano partiré
Para buscar una sonrisa
para ponerla en mi cara
para que al verme tus ojos brillen
y pienses que soy feliz

Voy a ponerme mi mejor vestido
con perfume de rosas y gardenias
bailaré y moveré mi pelo frente a ti
para que pienses que soy hermosa

Voy a bajar el sol
y lo colgaré en mi pecho
para que al brillar
creas que es mi corazón

Puedo simular perfección
para que no sepas
que mis sonrisas se agotaron ya,
puedo comprar vestidos
para que no veas las arrugas de mi piel
y mostrarte un corazón
que entristeció y que ni el mismo sol lo alumbra


Mas en un deseo enorme de llamar tu atención
puedo desesperadamente confesarte
que cada mañana cuando te veo soy feliz,
que mi rostro toma color y se vuelve joven
y mi corazón late más fuerte.
Lo perfecta que quiero ser para ti
sólo lo logro contigo
Tu amor me hace perfecta

domingo, 26 de abril de 2009

La señorita Melanie

Por María Ovalles

Cuando salió de casa Melanie llevaba entre sus manos la carta que le había traído la noticia. Se había levantado temprano. Limpió y ordenó la pequeña casa. Se vistió con su único vestido de domingo. Y se sentó a esperar que el reloj marcara la hora indicada. Entonces salió a la calle, nerviosa y expectante. En la estación, lo busco impaciente. Cuando lo reconoció, un hilo frío recorrió su espalda. Lo vio buscarla entre la gente. Recordó la odiosa guerra que la trajo a ella a este pueblo y a él se lo llevó tan lejos. Pero ahora regresaba. Y se dijo que por fin se acabaría la soledad: la de las tardes que había aprendido a evadir entre libros y revistas, la del inmenso sábado que llenaba con películas viejas que tomaba prestadas de la única librería pública del lugar, la de los domingos, que la dejaba exhausta de los largos paseos en bicicleta por los pueblos cercanos. Empezó a caminar hacia él. Sí, se acabaría la soledad, la misma que casi la había convertido en Melanie la solterona, pensó de nuevo. Con ambas manos arregló el sombrero que la reguardaba del sol. Entonces desvió sus pasos, y se alejó de la estación del tren, con la carta que le había traído la noticia arrugada entre sus manos.

miércoles, 22 de abril de 2009

Gaviota de estómago cortado

Por: Nicolás Guevara

A Francis Caamaño

La hora intensa de la historia te hizo grande
grande como gigante que truena sobre montañas de arena
como rocío que se esparce en la aurora
grande, muy grande… como pedazo de cielo que
cae sin avisar.
Fuiste grande en ese instante del golpe
cuando de tu frente surgió una estrella
de tus manos, caracoles
y de tu fusil salió una flor.

Allí donde habita la verde hierba
frescas y llenas de sudor aún están tus huellas
provocándome cantar a la tierra, al pan, al amor
a la vida que brota en medio del pantano
entonces, grito a pulmón abierto
que mis venas como el viento están llenas de ti
y sobre el mar -donde flotan lirios encendidos y amarillos-
vuelan gaviotas de estómago cortado
cortada la vida, cortada la esperanza
y cortada la victoria.

No, no hay mármol tallado que te atrape
sólo el mar que te moja, Román, sólo el mar…
y se repiten las gaviotas una y otra vez sobre ti
las gaviotas… las gaviotas.

Esta tierra ha quedado sin tu sonrisa
sin tu mirada desprendida hacia la tarde
sólo piedras partidas, caminos cortados
voces desnudas ante el abismo
donde caen estrepitosamente.

Un viento puja con alegría
su esperanza fiel en la aurora.
Ya no hay marcha atrás:
¡Sembrar, es la palabra!
Sembrar huertos de flores permanentes
donde la primavera se prolongue
como alegría de multitudes
y los árboles crezcan verdes
en medio de la tierra
con sudor humedeciendo sus raíces
y tus sueños colgados a cada rama
porque ya basta de permanecer callados
de no forjar nuevos caminos
de no saltar con ira a sangrar la injusticia
ya basta de no gritar como trueno
tú también gritaste desde la montaña
desde la verde y eterna montaña
como Manolo y Luperón
gritaste desde la montaña.

(1985)

sábado, 18 de abril de 2009

Deja Vu

Por: Sandy R. Genao Cruz

Te recuerdo de otro tiempo, de otra vida
no sé cuándo, en qué época, ni por qué,
sólo sé que había palpado la suavidad de tus manos,
que ya había probado el dulce sabor de esos labios,
y que había sentido lo que estoy sintiendo a diario.

Te recuerdo de otro tiempo, de otro mundo,
no sé en qué lugar, cómo, ni dónde,
sólo sé que esos ojos, ya los había mirado,
que la dulzura de tu voz, a mi oído ha susurrado,
que esa delicada piel ya la había acariciado.

Te recuerdo de otro tiempo, de otros mares
¿cuánto tiempo?, no lo sé,
pero tu dulce perfume ya lo había disfrutado,
tus perfectas curvaturas, las había deseado,
y tus inocentes pechos ya me habían arrullado.

Hoy sólo me queda aguardar el futuro deseado,
en el presente luchar por retenerte a mi lado,
e intentar no recordar los momentos ya pasados.

lunes, 13 de abril de 2009

Corrupción de amor

Por: Rafael Álvarez de los Santos

Quisiera que me incluyeras en tu nominilla “CB” (Calor y Besos) para disfrutar “sin esfuerzo” de la corrupción de tu amor. Que me abran un expediente en la Suprema de tus labios y que me juzguen según tu corazón.

Porque de juzgarme así, seré un preso de tu amor que no es tal encierro, sino libertad y de la buena. De esa libertad que, sólo en la cárcel de tu piel, en las rejas de tus brazos y en el juzgado de tu pecho, hace posible la vida.

Y si te habrán de condenar por semejante corruptela ¡que nos condenen a los dos! Y desde ya pido condena de recuerdos, pasión y… de ti. Y si decidieras vengarte por haberme declarado tu preso amorlítico ya el maestro Borges declaró la sentencia “ni venganza ni perdón, el olvido es la única venganza y el único perdón”.

Pero vaya olvido pues el maestro Sabina ha dicho “que el amor cuando no muere mata y amores que matan nunca mueren”. ¿Me olvidarás? No lo sé. Pero de algo sí estoy seguro y es que ese olvido tampoco será tal, sino recuerdo que se obvia y ¿sabes algo? Un recuerdo que se obvia al fin y al cabo es recuerdo. ¿Me olvidarás? ¡Sí! Pero en el cementerio. ¿Te olvidaré? ¡No! Porque allá nos veremos.

miércoles, 8 de abril de 2009

Otra canción del alma enamorada

Por: Humberto Rivas

!Cuántas horas he pasado pensando en ti!
¡Cuántas noches oscuras esperando
en el silencio la claridad de tu presencia
que me hace siempre decir:
lo mejor de mi vida eres tú.

En tus ojos vislumbro tu corazón.
Y en él, ahí estoy yo, y en el mío tú.
No sé qué has hecho de mí,
pues ante tu puerta he dejado mi libertad,
ya que no soy nunca más
propietario de mi voluntad.

Mis pensamientos se visten de alas
posándose en tu nido,
y hasta soy un extranjero en mi propio corazón.
Ya no sé ni quién soy.
Sólo sé que en ti tengo
un porqué para vivir y
una razón para morir por alguien.

Nada existe ya a mi alrededor
que me robe una mirada,
sólo tú, sólo yo.
Todas mis olas mueren en tu playa,
mis corrientes tienden a ti como a su fin.

Y mis brazos, cansados de nadar contigo
en el mar de nuestra voluptuosidad.
Y mis ojos, en vilo, contemplan los tuyos
que me indican un lugar.
Y mis pies, vagabundos,
te llevan de estrella en estrella
haciendo el amor por todo el universo.

viernes, 3 de abril de 2009

Apuro

Por: Soyri Lebrón

Voy contando los segundos
que acaban con el momento
los minutos y las horas
que marcan el firmamento

Porque voy contra su rumbo
se me está acabando el tiempo
no es posible precisar
o buscar su complemento

Porque está limitando mi vida
y todo lo que por ella hago
no tengo el tiempo de sobra
más bien lo tengo contado

Es un círculo vicioso
que atormenta mi existencia
mas no tengo libertad
si respiro tu presencia

Es una vida medida
la que hoy estoy sintiendo
pues no veo una salida
y por ello estoy sufriendo

Pero ya he comprendido
y me da por escucharlo
el reloj me marca el tiempo
y tengo que aprovecharlo