Por: Franklin Peralta
Hoy terminé por fin de extrañarte
sin quemar en la hoguera tus te quiero
olvidados junto al escaparate
sin ninguna protección ni esmero.
Quisiera sentir rabia al recordarte
llamar a tu cariño traicionero.
Pero no puedo, porque sería mancharte
después de haber sido tú mi lucero.
No te extraño y no te olvido.
Es la conclusión a la que arribo,
porque sé que nunca me has querido.
Sin cerrar este corazón por derribo,
como tantas veces me había prometido,
éstos son los primeros versos que te escribo.
(Inicio: Diciembre 1998 / Final: Abril 2009)
2 comentarios:
Mierda!me gusto y mira que yo soy un huracan sin ojo que lo gobierne.
Ah, mi hermano, por más que te disfraces de SI sé que eres NO. Te delató la cita del Maestro de maestros.
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