domingo, 11 de octubre de 2009

Mañana la aurora

Por: Humberto Rivas

Me quedé a la orilla del camino,
esperando,
no sé a quién ni por qué,
esperando
como se espera la salvación,
anhelando
como el Sahara
el beso húmedo
del cielo.

Mientras llega,
lloro, río, deshojo
el tiempo con serenidad
y entretengo al viento
para que nunca me abandone
o me despierte
si una silueta crece en el horizonte.

Y atardece ya pero nacerá un alba nueva,
y atardece ya pero mi espera espera
otros estallidos de alboradas.

Me quedé a la orilla del camino
entretejiendo
un nido de fuego,
de adoración
no sé para quién ni por qué,
pero sé que fulgurará
con una sonrisa de sol
después de este tenue anochecer

Mientras tanto yo, aprovecho
esta soledad provisoria
y persuadido por el viento
absorbo profundo
mi presente y mi mañana
escudriño mis recuerdos
y me voy limpiando
el corazón en lo que llega.

3 comentarios:

Franklin P dijo...

Queridas y queridos,

Mis excusas.

Razón de fuerza mayor para esta ausencia.

Trataré de ponerme al día con la publicación de sus trabajos.

Franklin P

Franklin P dijo...

Estimado Humberto,

Gracias mil por entretener al viento y contrabandear con la esperanza de la aurora en medio de esta oscuridad.

Franklin P

Joaco dijo...

Lo malo no es la espera,
Sino que lo que se espera
Podría no llegar.
Y la espera se hace más larga.

Poeta Humberto lo espero por Pedernales.