Por: héctor martinez d.
Lo que me duele no es tu partida
Sino cómo me dejaste la vida.
No me duele que por otros brazos me cambiara
Sino el dejar los míos sin una despedida avisada
Lo que me duele no es tu ausencia
Sino tu insoportable presencia
Cargada de confusión e incerteza,
Confusión sobre las razones
Incerteza sobre las consecuencias.
Lo que me angustia no es saberte ajena
Sino sentirte cercana en la tristeza y la pena
Tristeza por tu imagen quebrantada en mi conciencia
Pena por el precio de tu opción
Que te cobrará la vida y tu conciencia.
No sufro porque te fuiste
Sino por cómo me dejaste
No me duele la negación de una excusa
Sino la indisposición de solicitar la tuya
Tampoco me angustia lo que me quitaste
Sino lo que en la incertidumbre de mí te llevaste
No es tu recuerdo el que merma cada noche mi sueño
Es la conciencia del engaño que no concebí en tus encuentros.
Ni me entristece esto que me duele
Sino que sigues en mis sueños.
Ni me desconcierta saberte en mí querida
Sino la imposibilidad de creerte perdida
Pues de ti no sólo me quedó pena y dolor
Ya que sigo confirmando en mis días
Experiencias y sentidos con tu sabor
Convirtiendo en agradecimiento
Mis posibilidades de rencor.
Pues tu cuerpo, tus besos, confesiones y clamor
Confirman en cada tarde y en cada despertar
Esas huellas de vida y dolor
Generando otras posibilidades de ser y amar
Después de ti soy ese que no imaginé
Soy aquel que desde antes debí
Entendiéndolo hoy, en la ausencia de ti
Y forzado a sólo agradecer.
Hoy reconozco el derecho de irte
Auque me resisto a aceptarlo
Sin confirmar que de mí nada llevas
Más que el recuerdo de que me tuviste
Pues si en tus futuras posibilidades
Algo de mí naciera
Seguro estoy que a sufrir volviera
Hasta que a esos mi genes
Que en su gestación no le dí
La vida le devolviera.
Hoy te dejo, cuando ya no estás
Pues aunque me dejaste antes de irte
Quiero quedar convencido de que no perdiste
Pues quiero recrear mi dolor en tu felicidad
Hoy se abre otro capítulo de búsqueda y de sentidos
Gracias a las lágrimas que continúan mojando mis latidos.
2 comentarios:
Cuanto valor poeta Hector, de poner el corazon al desnudo, de abrirte un sentimiento que es comun a las personas que amamos en lebertad, y ese amor nos lleva al sufrimiento cundo tenemos que dejar libre lo que amamos. Este es un buen año para amar.
Fuerte, muy fuerte.
Pero como decía el Poeta, todo pasa y todo queda.
O como bien dices tú:
"Convirtiendo en agradecimiento
Mis posibilidades de rencor".
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