En Cavalo Morto los locos tienen alas de mosca 
Y vuelven a guardar en su caja las cerillas quemadas 
Como si fuesen palabras rozadas por el resplandor de otro mundo.
Juan Carlos Mestre 
Por: Leonardo Nin 
En la caja oscura hay un poeta viejo, 
sembrando palabras 
en lo incierto del fondo, 
en las curvas del tiempo 
en las espaldas del delirio. 
Hay un poeta viejo en el quicio de la puerta, 
en la punta del camino, 
en la ventana distante; 
donde un verso en el suelo 
le hizo el amor a una jarra. 
Hay un poeta viejo, ahogado en el vino, 
tirado en la calle, 
hundido en la arena 
debajo de una mesa, donde una mujer herida 
amó a un poeta desnudo. 
Hay un poeta viejo huyendo del tiempo, 
escarbando en las huellas, 
inventando sus mitos 
donde un esqueleto le sirvió de jaula 
la noche sin luna 
en la que sapos destripados 
llovieron a cántaros en el techo. 
En la caja oscura hay un poeta viejo 
guardado de lo infame, 
preservado de la fama, 
añejando los versos que devolverá a la tarde, 
cuando baje al fondo a ser horizonte. 
En el fondo de la caja hay un verso viejo, 
un poeta oscuro, 
un fondo infinito, 
una palabra no dicha, 
un arrepentimiento mordido 
escupido a propósito para abonar utopías 
donde crecen los sueños, 
donde se clava una estaca 
en medio del silencio. 
(Tomado del libro: Espacio pagado. 2018)
 
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