Por: Argénida Romero
A resucitar mariposas
has vuelto
¿Las recuerdas?
Solían salir por mis poros
y colgarse en el segundero del reloj.
Uno, diez, treinta, sesenta.
Reiniciaban su juego, puntuales,
me ataban los cabellos a los ojos
confundían mis dedos con el vacío.
Pero crecí de repente
el día que las mataste
deshaciendo sus alas en el minuto sesenta
cuando te dio por quebrar su vuelo.
Y ahora
¿Cómo las hago regresar?
Ya no hay reloj.
(Tomado del libro: Mudanzas. 2009)
Argénida es periodista y poeta.
También presenta sus trabajos literarios en su blog: El Diario de la Rosa
1 comentario:
Ya no hay reloj, ya no hay atrás, es la vida que no se detiene, solo mira el horizonte que hay que alcanzar, y el tiempo marcado por el “tic tac” del reloj que no se quiere detener.
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