Por: Jacinto Sención Mateo
Unas lágrimas en sus ojos,
un adiós a la primavera,
muere el día en el horizonte,
y en la soledad sonora,
no esta la inspiración.
Luna que ve y no habla,
que vigila sueños sin dormir,
y en silencio un sufrimiento,
desde que la vi partir.
Luna testigo de noches,
que de pasiones viste florecer,
hoy sólo quedan los recuerdos,
dile luna qué fue del ayer.
Luna amiga de siempre,
que en mi soledad presiente,
un volcán de sentimientos,
que en el tiempo enciende,
un adiós al amanecer.
casi amanece y no llega,
primavera dónde has ido,
que deseos no me quedan,
y la pena ha florecido,
sin enterarla a ella.
Dime Luna si me quedo,
o si me voy sin regreso,
si la espero donde estoy,
si hay amor o desamor.
por favor dile Luna,
como arde el corazón,
desde aquel día que marchó.
6 comentarios:
Bravo poeta!
Maldita esa luna que ve y no habla.
Hermano jacinto, creo que misticamente ,estmos conectados...
muy bueno el poema, una obra de arte
La luna es mi astro preferido, me encanta contemplarla, sobre todo cuando está llena, pero te juro que nunca la había visto con los ojos con los que me hiciste verla a través de este poema, que por cierto me hizo recordar una canción de Víctor Manuel que no escucho desde hace mucho tiempo, cuyo título es Luna.
Gracias por este poema amigo.
Abrazos.
Aunque en la canción de Los Hermanos Rosario ¨la Luna ya no es novio de los poetas¨, en este poema quise reivindicar ese papel que la Luna siempre a desempeñado en la inspiración de hombres y mujeres, que con la pluma y el papel han plasmado obras de artes cargadas de sentimientos apasionantes, donde la Luna es la única testigo de noches inolvidables que nos ha tocado vivir por lo menos una vez en la vida. Así que, Franklin, Sandy, mi amiga María, sólo nos que seguir viendo a la Luna como lo que es y seguirá siendo: Testigos de noches……
como que no habla?,si yo escuche clarito cuando dijo:mierda que buen poeta es eljuaco".
El juaco que,que escribe con palabras tan de el,que es imposible no reconocerlo.
Este es muy bueno sobre todo para los que hemos agotados sendos peluches en su bien apercibida compañia.
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