Por: Eddy Ulerio
Cuántas veces he querido ir a tu encuentro
y abrazarte tan fuerte; que tu cuerpo se ciña
al mío, como la hiedra a la pared.
Pero te noto distante y fría.
Mis deseos se truncan obsesivos
al volverte inaccesible a mi querer.
Con impotencia, te veo desaparecer
en la sombra de la noche, como el rocío
al advertir la presencia del Sol.
Yo, en cambio, te sigo esperando
en mi soledad de siempre;
inventando excusas,
en mi intento de justificarte.
Despierto a la realidad y no encuentro
satisfacción a este amor sin razón;
qué pena que sólo existas, en mi imaginación.
4 comentarios:
Estimado poeta Ulerio, sea bienvenido.
Ah, y cuidado con las cosas que andas imaginando; algunas tienen la mala costumbre de hacerse realidad.
Quien no quisiera perderse en el imaginario y ver lo que queremos hacer realidad, no sólo en el amor, también en la realización de uno mismo como persona, tocando cara a cara esa felicidad a la que todos anhelamos, pero en compañía de un gran amor. Edy aun tengo buenos recuerdos de la pastoral universitaria. Saludos del Padre Kike.
Quien no quisiera soñar despierto y encontrar lo que se amo. Saludos Eddy, tu amiga Tagoris.
Hermano, Amigo, Dilecto Eddy.
Qué sorpresa, dicha de leerte una vez más. Encantado de estar conectados por lo menos en el ciberespacio.
Recibe mis saludos de siempre y deseos de éxito.
Ah!, poeta profundo como en aquellos tiempos.
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