lunes, 14 de junio de 2021

Trivialidades

Por: Eddy Ulerio

Doy vueltas para encontrar las respuestas a todas las cosas que me resultan extrañas, como la de mi amigo que sabía que iba a morir y decidió morirse de risa. Son de las cosas que me asombran y me hacen creer en los milagros. Porque, ¿Cómo sabía mi amigo que iba a morir? Entonces es donde veo el atisbo de suerte. Porque nadie vive sabiendo que debe vivir. La mayoría de la gente muere sin vivir. Porque cuesta mucho no dejarse llenar la cabeza de las mil y una teorías conspirativas, de los complejos, la codicia y el recurrente fin del mundo de las iglesias. Cualquiera en sus cabales pierde la vida sin darse cuenta por los azotes de todas estas cosas que se agolpan en la cabeza. No es ocioso pensar que se avanza cada día a la nada, cargado de tedio citadino, de costumbre y melancolía. Cuando mi amigo decidió vivir, de una vez advirtió que era la decisión más importante que había tomado.

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