lunes, 26 de noviembre de 2018

Reflexión después de los 40

Por: Eddy Ulerio

Ante el bullicio de mi  devenir, vale la pena sentarme y mirar desde la otra acera.

Nombrar todas las cosas: el saber condensado, el tedio incrustado en esta rutina que hace alarde de las palabras; como proyección inequívoca de lo que vive en mí, sin nombre.

Locura, al romper lo que me conecta, aquello que me devuelve a lo humano, lo que habla más de mí, que de los otros.

Cariño dosificado, engreimiento sublevado, isla dispersa en el océano de las relaciones, apariencia desvirtuada de lo que creo que soy y de lo que puedo llegar a ser.

Todo va pasando a pesar de mí, mientras mastico soledades y desde esta orilla, sin espejo y brillo vano, dialogo con mi verdad.

No hay comentarios: