jueves, 3 de septiembre de 2015

Tus ojos claros

Por: Nicolás Guevara

Me duelen tanto tus ojos claros
como me duele la vida.
Atrevida mi dolencia grita
sin saber dónde perderán
el brillo tus pupilas.

Son tus ojos nada extravagantes
como ellos –serenos y amplios-
abundan en las paradas de la ciudad
sólo que…
me duelen tanto tus ojos claros
como me duele el viento en el costado
o pellizco en el alma
porque no hay canto que alegre se levante
ante lo prohibido y la nostalgia
no hay viento que mueva tus párpados
sin traer a ellos mariposas.

Sólo que…
me duelen tanto tus ojos claros
como me duele la vida
como me duele lo imposible.


(Tomado del libro: Las piernas de mi poesía. 1987)

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