martes, 23 de octubre de 2012

En París



Por: Franklin A. Peralta E.

Tu herida se renueva
en cada café que bebo
en cada siglo que pasa
en cada mujer que veo.

En ocasiones me cuesta
descifrar tu misterio.
Miras de frente
y me sugieres
una lágrima
un viaje
un veneno.

Las luces de París
los puentes del Sena
fueron esta vez tu excusa
para volver a herir.


(París. Agosto)

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