lunes, 25 de agosto de 2008

UN GRITO DESESPERADO

Por: Jacinto Sención

Un silencio sonoro domina el ambiente. Una y otra ves se escuchan latidos de lo más profundo de su ser, que grita en auxilio, parece fallecer. Clama en su dolor, gime de angustia en su soledad infinita que la condena a la no existencia.

Su mirada firme se pierde en el horizonte, con el deseo de que los dioses se pronuncien, pero sus reclamos son ecos de la nada que le acompaña en su esperanza.

Nacida para ser madre fecunda, dadora de vida para cuanto la habitan, que en sus brazos mueren sin poder ayudar. Es muy duro para ella sepultar sus hijos al nacer, que en su estado de dolor, puro aborto pudo dar, y sobre todo, condenada a la esterilidad.

Se pregunta, una y otra vez, que falta pudo hacer para merecer tal condena de nunca acabar. Pero los días, los meses y los años, siguen iguales, de mal en peor, sólo el fantasma de la muerte la vigila.

1 comentario:

Franklin P dijo...

"... como una adolescente pateada en las caderas".