Por: Eddy Ulerio
Hoy me encuentro en el subsuelo
no hay nada que levante mi espíritu 
como abandonado de las manos
de los dioses, 
y una sensación reductible 
me taladra la conciencia
con dosis de cianuro en la sangre 
como si todo se volviera en mi contra, 
gestos inútiles
en este ir y venir de los días
no hay salida.
Las mismas ideas de pie
este soñar que se inclina
al precipicio,
y las palabras sublevadas 
resuenan sin sentido
en la boca de quien las pronuncia
desde la oscuridad de su indefinición.
Hoy, valgo menos que la gotera 
que se desliza entre las yaguas
la que sabe que, al caer,
se perderá.
