A veces siento
que nada vale la pena.
A veces veo
que en la vida nada me llena.
A veces entiendo
que me tengo que rendir.
Pero en realidad…
Mi vida vale la pena
porque tengo libertad.
Mi vida es alegre y plena
porque tengo tu amistad.
La vida pasa, y es verdad,
pero me mantengo vivo.
Rendirme no es mi actitud
al menos mientras siga vivo.
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