Por: Humberto Rivas
Cuando las cosas que piensas
no salen como pensabas
sin ira y en quietud despójate
de la ofuscación
del silencio del no saber.
Suelta tus riendas y
come, bebe, ama, reza.
No luches contra los porqués ni la sombra
del viento.
Olvídate de pensar adónde el destino te llevará.
No sé por qué, pero duerme en el abandono
en la paz, reposa en la barca,
el universo te guiará, por tierras ajenas
a la razón, a los sentidos.
Mientras, aprovechando aún la luz del sol
intenta descifrar en tu interior
del silencio su voz.
Agradece, no sé por qué, pero agradece.
Y continúa tu camino, no sé hacia dónde, pero
continúa tu camino.
Y sonríe, no sé por qué, pero sonríe
pues la expresión adusta de tu faz
podría hacerte perder detalles del goce
de este mismo camino
que no se sabe adónde va.
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