miércoles, 12 de septiembre de 2012

El calor de tus miradas


Por: Albania Camacho

El calor de tus miradas me dejó sonrojada. Tu sonrisa me cedió momentos inolvidables en los que temblaron mis huesos al saber que estabas allí junto a mí. Entonces pude disfrutar la desnudez de tu alma en una mirada.

Junto a ti se esconden mis fortalezas. Me dejas aludida cuando contemplo tu belleza. No me dan las fuerzas para expresarte que eres inquilino en mi corazón, en el que sueño ser tu alma gemela.

Sé que eres un amor imposible. Sueño que cuando sientas tristezas entiendas que puedes contar con mi sincera amistad. Si me dejas, estaré siempre cerca de tu corazón para calmar tus tristezas mientras disfruto tu belleza interior; soñando cuidarte en los días que te sientas solo. En mí tienes apoyo. Eternamente seré tu amiga. Cuenta conmigo cuando quieras desahogarte.

Eres alimento de mi ser. En un desierto de secretos, en el mar de mi corazón, despiertas en mí deseos que crecen en las olas de nuestro amor; olas inciertas e irrealizables que alimentan mis más profundos placeres. Descansar encima de tu deliciosa sonrisa es el anhelo de mi ser. Negro, eres sencillamente tierno, inmensamente hermoso, tan fuerte como un metal que resuena en la profundidad.

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