martes, 25 de junio de 2013

Sólo un sueño



Por: Franklin A. Peralta E.

Anoche soñé
con verdades muertas en la playa
pasiones mil veces prohibidas
y otras tantas buscadas.

Soñé con el niño que soy
diciendo que no lo quiero.
Con cadenas
con flores que florecen
con maltratos
con intentos de huidas.

lunes, 17 de junio de 2013

Y usted cuero



Por: Rafael Alvarez de los Santos

“Que nos gobiernen las putas porque sus hijos nos han decepcionado”.

Cada sábado en la noche, o domingo por la tarde, andaba yo con mi limpiabotas a cuestas. Ejerciendo un trabajo que retribuía el completivo de un sueldo de mala madre ganado en los campos de piñas del pueblo. Por no tener la edad indicada siempre estaba en el lugar equivocado. Se trataba de  un prostíbulo ubicado a escasos metros de mi casa y al que solía frecuentar con mi limpiabotas.

Mi intención no guardaba relación con querer aprender nada de la vida como solían decir las prostitutas, sino que obedecía al hecho mismo de prestar un servicio, más que pedir un servicio para el que yo, por mi condición de menor, estaba vedado.

Visitaba este lugar porque había descubierto la psicología de un hombre en conquista. En el burdel, los hombres pagaban más caro y las propinas solían ser significativas.
En una ocasión pude presenciar una discusión sostenida entre una de las prostitutas y un cliente que se negaba a pagar alegando no estar satisfecho con el servicio. Como si fuese la única palabra que se sabía, repetía al cliente con insistencia:
-“A mí tú me pagas maldito político”-.
La discusión ocurrió en plena calle. Conocía al señor de la discusión,  pero desconocía que fuese político. Cuando le dijo al señor “Político” este, visiblemente enojado, le dijo: -“Y usted cuero”-.
Ante la expresión del cliente de acusarla de cuero, ella atinó a decir:
-“Pero yo sí tengo de donde justificar lo que me gano y no le robo a nadie ni tengo que andar escondiéndome de nadie”-.

Hasta escuchar esto reparé en por qué le llamaba político, no obstante me parecía injusto de su parte. Al día siguiente pregunté a la prostituta por qué le llamaba político a un señor que no lo era y cual Jesús con sus discípulos, perdón por la irreverencia, me explicó su parábola:
-“Lo que pasa es que estos tipos vienen, te ofrecen una vaina y después te salen con otra. Te usan  cuando quieren y después ni se acuerdan de ti; creen que tienen derecho a hacer contigo lo que le dé su maldita gana y para colmo ni pagan, que se vayan pal`carajo”-

Según la teoría del Eterno Retorno formulada por el filósofo Alemán Friedrich Nietzsche, las cosas vuelven a aparecer de forma distinta como las conocemos. Es como si cada uno de los instantes de nuestras vidas se repitieran infinitas veces.
Como el eterno retorno tuve la oportunidad de recordar esa discusión entre la prostituta y su cliente.

Transitando por la avenida del Puerto, unas trabajadoras sexuales esperaban el cliente de la noche. Al advertir mi presencia una de ellas vociferó a todo pulmón: “República Dominicana”. Al escucharla sentí un miedo que inhabilitó mis sentidos deteniéndome por momentos ante la desfachatez de una mujer que mal usaba la patria para ofertarse.
Pero apelé al pasado y al recuerdo. El pasado y el presente hicieron su trabajo, un pasado que trasladó al presente la discusión de una prostituta con un cliente. Un pasado que trajo al presente la explicación de aquella parábola surgida de la impotencia de una mujer que para vivir tenía sólo su cuerpo y su sexo. El detalle exhaustivo del por qué se sentía que estaba ante un político al reclamar su derecho. El escalofrío que sentí, al escuchar a esta mujer llamarse como la patria, obedecía a aquel símil y nada más, y nada más.

viernes, 7 de junio de 2013

Volver a empezar



Sandy R. Genao Cruz

Volver a empezar…

Es volver a vivir
comenzar de cero
y reorientar la vida 
por nuevos senderos.

Es plantar el futuro
con la frente erguida
el corazón dispuesto
y la mirada fija.

Abrir nuevos surcos 
planear nuevas metas
dejar el pasado
tocar nuevas puertas.

Es trillar los caminos
intentar de nuevo
es abrir las alas
es volar más lejos.

Volver a empezar…

Es abandonarse a sol
dejar detrás los problemas
disfrutar el nuevo día
romper los viejos esquemas.

Es tararear un canto nuevo
recitar un nuevo poema
navegar en las limpias aguas del amor 
sin temor, ni angustias, ni penas.

domingo, 2 de junio de 2013

Como el río



Por: Nicolás Guevara

Me eché andar con un canto dormido
en la memoria. Llevaba una flor en los
labios callando el silencio que gritaba
mi nostalgia. Iba sobre mi sombra al
horizonte, mordiendo palabras, emoción
y llanto. Iba con la certidumbre de que
no volvería atrás; como el río, es siempre
imposible.

(Tomado del libro: Un hombre en silencio. De Próxima aparición)